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martes, 24 de septiembre de 2013

LA BATALLA DE ELGETA

Por Askatasunaren Bidea: Koldo Zabalondo

eguna zabaldu eta dena hasi zen…
todo empezó al amanecer...

El General Mola, tras fuertes combates contra las fuerzas leales a la República, corta la comunicación terrestre con el Estado Francés, logra controlar la zona de Irún, Donostia, Oiartzun y Hernani para el 13 de septiembre de 1936 y lanza sus columnas a la conquista del resto de Gipuzkoa.
La columna de C. Alonso Vega sale de Vitoria-Gasteiz y llega a Arrasate, pasando por Leintz-Gatzaga, Eskoriatza y Aretxabaleta.


Columna de Camilo Alonso Vega 

La columna de Saleta llega al cruce de San Prudencio, después de la toma de Oñati. 
La columna de Tejero sale de Ormaiztegi y llega hasta Bergara por Zumarraga y Antzuola. 
La columna de Perez Salas sale de Beasain y llega hasta Soraluce. 
La columna de D. de Rivera sale de Tolosa y llega a Elgoibar por Errezil y Azpeitia.
La columna de Cayuela sale de Lasarte y llega a Mendaro por Aia y Zestua. Y la columna Latorre sale de Donostia y llega hasta Ondarroa pasando por Zumaia, Deba y Mutriku.


Línea del frente a finales de septiembre de 1936

La falta de armas, organización eficaz y mandos militares capaces, hace que en un auténtico paseo militar, la totalidad de la provincia de Gipuzkoa esté ocupada para finales del mes de septiembre a excepción de los pueblos de Eibar y Elgeta. 

La situación cambia radicalmente cuando el gobierno republicano por un lado y el PNV por otro gestionan eficazmente la compra del material bélico capaz de pararles los pies a los sublevados contra la República. En la madrugada del 24 de septiembre, Lezo Urreiztieta llega al puerto de Santander (porque el de Bilbo está bloqueado) a bordo del barco “Azteca”con 60.000 fusiles y la munición correspondiente. Por un acuerdo “particular” que tiene con su amigo Indalecio Prieto, Ministro de Marina y Aire de la República Española que es quien ha gestionado la compra de 17.000 de esos fusiles y 17.000.000 de cartuchos se cargan inmediatamente en unos camiones con destino a Bilbao.

Lezo Urreiztieta Rekalde

Santurtzi 1907 – Baiona 1981.


Marino y contrabandista genial. Militante de Yagi-Yagi. Hombre provindencial que jugó un papel determinante en la guerra durante los años 1936 y 1937 en el suministro de todo tipo de armas y pertrechos a las órdenes del Gobierno Vasco-Euzko Jaurlaritza de J.A. Agirre. Fue capaz de burlar y romper el bloqueo naval de las armadas españolas y alemanas sobre Bilbo en innumerables ocasiones y consiguió introducir en su puerto 14 barcos llenos de material de guerra, diversos pertrechos y alimentos. La victoria de los gudaris del 4 de Octubre de 1936 no puede entenderse sin su determinación a la hora de conseguir introducir dos barcos de material bélico en los días inmediatamente anteriores a la batalla. Según Manuel Irujo, Lezo fue un pirata del siglo XVII que nació en el siglo XX.


Por otra parte, el PNV se entera que poco antes de la sublevación fascista, han llegado a la sede del Banco de España en Bilbo unas cajas de oro. Juan Ajuriaguerra requisa las seis cajas de oro existentes y organiza junto con Heliodoro de la Torre, Telesforo de Monzón y Antón Irala el traslado del oro a Euskadi Norte. Las cajas salen del puerto de Ondarroa en seis barcos pesqueros (una caja en cada barco) y llegan a Bayona. Después de realizar una serie de gestiones nada sencillas, puesto que se piensa que el oro es robado, son recepcionados en una sucursal bancaria y cambiadas en dinero de curso legal. Monzón va a Praga a firmar la compra de 5.000 fusiles Mauser VZ-24 y la munición correspondiente. Las armas se cargan en un tren precintado y atravesando toda la Alemania nazi, llegan al puerto de Hamburgo. Monzón verifica la carga de los fusiles en un barco con destino a Guatemala. En alta mar, Lezo Urreiztieta organiza el trasbordo del material bélico a uno de sus barcos y lo introduce en Bilbao a finales de Septiembre de 1936. Serán las armas que, junto a las desembarcadas por él mismo en Santander, pararán en seco el paseo militar de Mola por Gipuzkoa y estabilizarán el frente hasta abril de 1937.

Los hombres del PNV que requisaron las cajas de oro del Banco de España en Bilbo y gestionaron la compra de armas.









Juan Ajuriagerra Otxandiano
Bilbao 1903 – Ayegi 1978












Heliodoro de la Torre y Larrinaga.
Barakaldo 1884-Bayona 1946.

Dirigente histórico del PNV   
Futuro Consejero de Hacienda del Gobierno Vasco.








Antón Irala
Bilbao 1909 – 1996

Futuro Secretario General de la Presidencia del Gobierno Vasco.














Telesforo Monzon Ortiz de Urruela
Bergara 1904 – Bayona 1989

Futuro Consejero de Gobernación del Gobierno Vasco.










Gracias al armamento logrado, a la determinación humana de los combatientes y a una mejor organización, se suceden toda una serie de combates en toda la línea del frente entre Urduña y Ondarroa, y los defensores de la República logran su estabilización.
A pesar de ello, Emilio Mola “El Director” ordena a su Jefe de Estado Mayor Coronel Solchaga, que planifique las operaciones para la conquista definitiva de Bizkaia. Y Solchaga llega a la conclusión, después de los duros traspiés sufridos en otros puntos del frente, de que Elgeta puede ser el punto más asequible para romper el frente por sus características orográficas:

- Dos valles amplios y poco empinados (Ubera y Angiozar)
- Un collado ancho suave (Asensiomendi)

Elgeta, meses antes del 4 de octubre de 1936


Elgeta. Al fondo a la izquierda GOIKOMENDI


Elgeta. Al fondo, a la derecha AZKONABIETA.


Elgeta tenía unos 1100 habitantes de los que unos 600 vivían en el casco urbano.


Casco urbano de Elgeta por su cara oeste.


Casco urbano de Elgeta por su cara sur.
En primer plano, el camino que llevaba a los gudaris al frente de los Intxortas.


Exhibición de danzas en la plaza de Elgeta.
Al fondo el Ayuntamiento y detrás la Iglesia de Andra Mari.



Caserios de Elgeta.
Unas 500 personas vivían diseminadas en unos 70 caseríos.

Solchaga traslada sus decisiones a C. Alonso Vega y le encomienda la ruptura del frente por Elgeta. Después de unos días de descanso que sirven para ultimar los preparativos y tras unas condiciones meteorológicas adversas, Alonso Vega fija la fecha del ataque para el 4 de octubre al amanecer. En los días anteriores al ataque, un biplano merodea por la zona que va desde Kanpazar hasta Karabieta realizando funciones de inteligencia militar y comunicar al Estado Mayor de Mola las disposiciones defensivas existentes. Los gudaris lo llaman “el abuelo”, “el txibato” y/o “el alcahuete” y tiran sobre él con los nuevos fusiles relucientes que acaban de recibir. Por una vez consiguen agujerear sus alas y celebran con júbilo la “hazaña”, cuando observan que el aparato se da la media vuelta precipitadamente y pone rumbo al aeropuerto de Vitoria - Gasteiz.

Camilo Alonso Vega, tres veces derrotado



Ferrol 1889 - Madrid 1971. Teniente Coronel de infantería. Compañero de promoción e íntimo amigo de Franco. Como jefe del batallón Flandes Nº5 de Vitoria-Gasteiz, se une a la sublevación del General Mola, junto con el 2º regimiento de artillería de Montaña y el regimiento de cazadores Numancia de la capital alavesa. Estas fuerzas junto con unidades de Guardias de Asalto, centurias de la Falange española y requetés constituyeron un grupo de combate que junto con los de Saleta y Tejero cayeron derrotados en Elgeta el 4-10-1936. Posteriormente, al mando de la IV Brigada de Navarra volvió a ser derrotado en Elgeta en las batallas libradas el 20 y 23 de abril de 1937. En las biografías oficiales franquistas no se mencionan estos hechos.




Los ejes del ataque fascista


Para romper el frente, organiza tres ejes de ataque:
El eje central que partiendo de la Ermita de la Ascensión llevará teóricamente todo el peso del ataque.



Ermita de la Ascensión. Punto del inicio del ataque del eje principal.

El ala derecha compuesta de camiones blindados e infantería que partiendo de Bergara-Ubera, tratará de avanzar por la carretera hasta Elgeta.


Iglesia de Ubera. Punto de partida de los camiones blindados. 

El ala izquierda que partiendo de Angiozar tratará de avanzar por los caseríos de la zona de Zabaleta.

Pueblo de Angiozar. Desde aquí C. Alonso lanzó al ataque a su ala izquierda, consiguiendo romper las posiciones de la Cía. Etxebarria del batallón Arana Goiri.


Aledaños y pórtico de la Iglesia de San Miguel de Angiozar. Las tropas de C. Alonso se preparan para el asalto a los Intxortas.

Al mismo tiempo, el PNV arma en Bilbo con los nuevos fusiles recibidos a su primera unidad militar de tipo batallón: el “Arana Goiri” en memoria del que fuera fundador del Partido, para el cual ha sido nombrado como comandante Felipe Bediaga.


Con sus gudaris en el frente, Felipe Bediaga es el primero por la izquierda. Comandante del batallón Arana Goiri, primera unidad militar del PNV del tipo batallón. Dirigió la batalla de Elgeta del 4 de Octubre desde la primera línea de fuego y no se movió de allí durante todo el día. Su temple y carisma resultaron determinantes. Resultó herido cuando el combate estaba prácticamente decidido a favor de los gudaris. Sus oficiales hicieron el resto. Murió de un tiro en la cabeza en la reconquista del monte Seibigain al frente de su batallón el 14 de Abril de 1937, que ese día contabilizó 58 muertos.

El batallón constaba de cuatro compañías: 

La Cía. Kortabarria comandada por Josu Olabarri. 
La Cía. Etxebarria comandada por Pedro Agirregabia. 
La Cía. Garaizabal comandada por Iñaki Arana. 
La Cía. Zubiaur comandada por Patxi Rentería. 

Preparado y formado el batallón, el mismo día 24 de septiembre a la tarde J. Ajuriaguerra, Presidente del Bizkai Buru Batzar del PNV y Modesto Arambarri como Jefe del Ejército arengan a las tropas y posteriormente desfilan por Bilbo. En el cuartel de Basurto reciben las armas y salen al frente. 
Bien entrada la noche, el batallón llega a Eibar en autobuses y camiones y allí se rompe la unidad militar puesto que la compañía Garaizabal de Iñaki Arana sube a las proximidades del monte Urkarregi, en la carretera Elgoibar- Etxebarria – Markina y logra parar la ofensiva fascista que se desarrolla por la zona el 25 de septiembre. 
Las tres compañías del resto del batallón suben a Elgeta y Eduardo Urtizberea, de acuerdo con F.Bediaga, despliega a los gudaris en las faldas del este del IntxortaTxiki, Gaztelumendi y Zabaletamendi. 
La Cía. Kortabarria en el collado de Kortazar, junto con grupos de gudaris replegados que vienen de Arrasate. 
La Cía. Etxebarria por los caseríos de Zabaleta y Arrota junto con la sección Bizkaigana. 
La Cía. Zubiaur en el punto más caliente del frente, enfrente de la ermita de la Ascensión.









Eduardo Urtizberea Iriarte, Capitán de Infantería.









Casa cuartel de los Mikeletes de Gipuzkoa de Elgeta desde donde el Capitán Urtizberea organizó y distribuyó las fuerzas que pararon la ofensiva de C. Alonso Vega.


Al amanecer del día 4 de octubre y tras un corto castigo de la artillería, el enemigo embiste desde el Asensiomendi y llega hasta la ermita de la Ascensión. Pero a partir de aquí todos los intentos de avance quedan frustrados por el fuego de fusilería de los gudaris de la Zubiaur parapetados en los muros de piedra de un camino carretero situado a unos 300 metros de la ermita y por unos internacionalistas belgas que anduvieron por allí esos días. 
Éstos colocaron una ametralladora en un rellano existente entre el camino y la cima del Intxorta-Txiki y mantuvieron inmóviles a todas las fuerzas atacantes. A los gudaris debió de gustarles lo que hicieron los belgas porque en adelante la posición se llamó “belga”. 
Al mismo tiempo el ala derecha del ataque constituido por unos camiones blindados acompañados de infantería suben por la carretera que va de Bergara a Elgeta, pero dos cañones del 7,5 situados uno en el cementerio del pueblo y el otro en su cara oeste, la compañía de la CNT situada en su cara este y gudaris en retirada de diversas formaciones situados en las faldas del Azkonabieta paralizan el avance. 
Sin embargo el grupo atacante que saliendo de Angiozar llega hasta los caseríos de Zabaleta, sorprende a los gudaris desayunando y son fusilados en el acto, rompe las defensas de la compañía Etxebarria y ocupa Zabaletamendi y Gaztelumendi.


El enemigo llega al Gaztelumendi, lugar de máxima penetración, hacia media mañana. Allí hinca la bandera española y extiende una sábana blanca para señalizar la posición conquistada a los dos aviones fascistas que bombardean la zona periódicamente y evitar así “el fuego amigo”. 
Al sur del Gaztelumendi, el enemigo llega casi hasta el caserío Sagasta.



Cumbre del Gaztelumendi por su cara norte. Tiene una hondonada rocosa que favorece la defensa de la posición. Hasta aquí llegó el enemigo ese día.


Caserío Sagasta con el Udalaitz al fondo. Aquí establecieron los gudaris la línea de contención a la penetración enemiga por el sur.


El comandante Bediaga se encuentra en una delicada situación porque tras la penetración enemiga, se encuentra entre dos frentes: el fuego que le llega desde la ermita de la Ascensión y desde el Gaztelumendi. La ametralladora de los solidarios belgas dispara indistintamente sobre ambos, pero el riesgo de quedar copados es evidente. Sin embargo Bediaga anima a los gudaris a mantener la posición y en el momento más oportuno recibe una valiosísima ayuda:

La compañía Padura que mandada por el capitán Segundo Elordui acaba de llegar a Elgeta y refuerza las posiciones de la Cía Zubiaur. 

La compañía Arratia con Pablo Ugarte a la cabeza, que había llegado la noche anterior y sube directamente a Intxorta.



Elgeta por su cara Sur. Al fondo a la derecha Intxorta-Handi y a la izquierda Intxorta-Txiki, lugares donde tomó posiciones la Cía. Arratia.


La compañia Arratia posa para la historia. El 4 de octubre de 1936 era domingo y la compañía estaba oyendo Misa en la Iglesia de Andra Mari de Elgeta cumpliendo con sus obligaciones cristianas dominicales como católicos practicantes, cuando fueron avisados de lo que estaba ocurriendo y salieron corriendo al frente.





Compañía Arratia. En formación y, después de recibir los fusiles, preparado para subir al frente de Elgeta. Baserritarras sin apenas formación militar. Hasta entonces sólo habían disparado sobre palomas, malvices, liebres, zorros, etc … con sus escopetas de caza. Sólo hablaban euskara y algunos de ellos desconocían totalmente el castellano. Ese día humillaron a Camilo Alonso Vega.

Han llegado los nuevos fusiles pero todavía no hay suficientes para todos…


Puesto de observación en la cumbre del monte Intxorta-Handi de Elgeta a 737 m de altura sobre el nivel del mar. Los tres hombres de la foto constituían uno de los varios grupos de gente del pueblo de Elgeta no adscritos a ninguna compañía en particular que conocían el terreno a las mil maravillas y tenían como objetivo 1º el servir de guías para situar en las trincheras y parapetos a los gudaris de las compañías recién formadas que subían al frente, 2º montar la guardia en el campanario de la iglesia para que nadie robara los diversos suministros de intendencia que se almacenaban allí (fundamentalmente comida), 3º asegurar el abastecimiento a la compañías desplegadas en primera línea del frente por medio de carros tirados por parejas de bueyes, burros de caseríos y también con cestos al hombro, 4º evacuar heridos y muertos del frente y 5º el servir de vigías y comunicar de inmediato los movimientos del enemigo a los capitanes de las compañías en línea de combate. 
Los gudaris que aparecen en la fotografía reflejan la transición en materia de armamento individual: el primero de la izquierda, dispone ya de un moderno fusil checoslovaco Mauser VZ-24 fabricado por ZBROJVKÁ BRNO calibre Mauser 7,92 X 57mm alimentado con peines de cinco balas con un alcance eficaz de 400 m y efectivo de hasta 2000 m, para lo cual disponía de un alza regulable en altura y un sistema de disparo por rotación y traslación; el que está de pie con los prismáticos es el gudari que, aunque carecía de galones, era el que organizaba la actividad del grupo; y el primero de la derecha lleva una carabina modelo TIGRE 1915, fabricado por Gárate, Anitua y Compañía (G.A.C.) de Eibar – Gipuzkoa, calibre 44 Largo (10,75 x33 ), alimentado con doce balas alojadas en el cargador tubular que está debajo del cañón, con sistema de disparo por palanca (Winchester) y alza graduable en altura hasta 1000 m y un alcance eficaz de unos 150 m. La estructura metálica que vemos en la foto es el soporte de la veleta a la que miraban todos los baserritarras de la zona para conocer de primera mano el cambio de vientos y por lo tanto la tendencia meteorológica a corto plazo. Desde un punto de vista estético, la ikurriña nos parece sencillamente de una belleza inigualable. Al lado vemos la txabola en la que dormían y se refugiaban un poco de la intemperie. Había que estrenar los nuevos fusiles con el que los gudaris se veían invencibles y comparar su alcance con el del armamento “viejo” cuando algún fotógrafo pasó por allí…


Cima del Intxorta-Handi. Ese día resultó inexpugnable. Punto de partida del contraataque de la compañía Arratia que sorprendió y arrolló al enemigo.


El fuego de fusilería de los gudaris que provenía de todos los lados, impedía al enemigo acumular una masa de fuerza de asalto suficiente como para desbordar las posiciones defensivas. 
Pero, a pesar de los esfuerzos de Bediaga, la inexistencia de un mando único sobre el terreno por parte de los gudaris junto con la falta casi total de comunicación entre ellos fuera de la observación visual mutua, impide la toma de cualquier decisión más allá de la instintiva defensa a ultranza de la posición por parte de cada uno de los hombres. 
Al comienzo de la tarde, el resultado del combate es incierto. A pesar de un incremento notable de su fuego de artillería, el enemigo espera impaciente unos refuerzos de infantería para asestar el golpe final, conquistar Elgeta y seguir con el avance por tierras bizkainas. 
Mientras tanto, Urtizberea consigue gestionar la subida de un cañón desde Eibar y lo colocan en el alto de Karabieta a media tarde. El cañón dispara sobre la ermita de la Ascensión y aledaños y resulta crucial a la hora de desbaratar los intentos de asalto del eje principal fascista. Y finalmente el enemigo desiste. 
Hacia el final de la tarde, la artillería de los gudaris da de lleno en el Gaztelumendi... A día de hoy no se sabe muy bien quien dio la orden de contraataque a aquellos hombres de la Compañía Arratia que salieron a campo abierto como si hubieran sido impulsados por un resorte y arrollaron a toda la vanguardia fascista dejando el campo de batalla salpicado de muertos. Todo hace pensar de alguien o algunos o quizá casi todos los arratiarras pensaran que había llegado el momento de poner las cosas en su sitio.


Conclusiones


La batalla del Elgeta del 4 de Octubre desbarató completamente la idea de E.Mola de alcanzar Bilbo en pocos días y el general justifica así el abandono del intento:..
"el enemigo presenta en todo el frente de Vizcaya no ya una obstinada resistencia, sino también un vehemente deseo de arrollar o, por lo menos, romper nuestras líneas; ello es debido a varias causas: primera, no haber proseguido la persecución con la rapidez que era necesaria para explotar debidamente las victorias obtenidas en Guipúzcoa; segundo, la cuantiosa cantidad de armas y municiones recibidas últimamente por el enemigo"...

La batalla demostró que las unidades militares pequeñas tipo compañía y las minúsculas tipo sección utilizadas casi en exclusiva hasta entonces eran totalmente ineficaces en la guerra contra el Golpe de Estado del General Franco que contaba con un ejército mucho mejor organizado.

La victoria fue posible porque Urtizberea por un lado y Bediaga por otro lograron un cierto orden en el emplazamiento de las diferentes unidades que confluyeron en Elgeta: las fuerzas "veteranas" que provenían de Gipuzkoa bastante maltrechas después de haber perdido la provincia y las bisoñas y entusiastas que lo hacían de Bizkaia con una moral inmejorable y confiadas en la victoria final después de recibir los nuevos fusiles relucientes.


Por otra parte la victoria del 4 de octubre no se entiende sin el "Arana Goiri" porque se constituyó en la columna vertebral de todo la tropa variopinta que luchó ese día. En una guerra en la que cada milicia iba por su lado y obedecía solamente a sus responsables políticos en mejor o peor medida, Bediaga y sus ayudantes F. Retolaza y G. Arana consiguieron que sus órdenes fueran cuanto menos “escuchadas” en todo el frente. Ninguno de ellos se movió ese día de la primera línea de fuego hasta que los tres cayeron malheridos, ya con la batalla prácticamente decidida a favor de los gudaris.

El valor demostrado por todos los gudaris y sus jefes en general y la determinación de la compañía Arratia en particular de lanzarse a un contraataque que no esperaba el enemigo, hizo el resto… Se trataba de la infantería del Ejército Popular Vasco en estado cristalino.

No podemos escribir historia-ficción y desconocemos lo que hubiera ocurrido sin la victoria del 4 de Octubre. Lo que sí se sabe es que entre Elgeta y Bilbo no había nada, prácticamente nada mínimamente organizado para defender el territorio de Bizkaia con una cierta garantía y no parece nada aventurado pensar que el Gobierno Vasco de J. A. Aguirre no se hubiera constituido ni el 7 de Octubre ni en Gernika.


Monumento de la dictadura franquista a los caídos de C. Alonso Vega en Elgeta.


Esculpido en el monumento conmemorativo: 
“La IV división navarra a los caídos en esta zona. 1936-1939”. 
Situado en Karabieta (Elgeta), es el testigo mudo de las duras e incuestionables pérdidas sufridas por las tropas de Camilo Alonso Vega el 4 de octubre de 1936 y los días 20 y 23 de abril de 1937. Es uno de los 32 monumentos conmemorativos que tiene la IV división navarra en el Estado Español.

La fotografía que fue posible gracias a la victoria de los gudaris en Elgeta tres días antes.


Gernika 7 de octubre de 1936. J.A. Aguirre jura su cargo como Presidente del Gobierno Vasco ante sus consejeros, pero falta uno…


Es la foto oficial donde están presentes TODOS los Consejeros. El primero por la izquierda, (delante del ertzaina) es Monzón. De vuelta de su fructífero viaje por Europa comprando armas, estaba comiendo en Getaria (Lapurdi), cuando le avisaron que a sus 32 años había sido nombrado Consejero de Gobernación por el Presidente J.A. Aguirre. Monzón embarcó en el puerto de Sokoa y lo llevaron en volandas primero a Bermeo y después a Gernika. Por lo precipitado del viaje, aparece en la foto con el traje claro. No le dio tiempo a vestirse de gala.

Eusko gudariak gara, Euskadi askatzeko…


Felipe Bediaga. Comandante del batallón “Arana Goiri”. El himno fue creado por José María Gárate en 1932. El comandante Bediaga lo escuchó en Bilbo poco antes de salir al frente, le gustó, lo incorporó como himno de su batallón y después se extendió por todo el resto de los batallones abertzales del Eusko Gudarostea.


La canción tiene dos estrofas específicas, desgraciadamente medio olvidadas, que glosan el ejemplo que supuso el coraje de los hombres de la Compañía Arratia, la euforia y la confianza ciega en la victoria final.


Arratiarren borroka
Izan da Intxortan
Mola ta errekete
Gelditu dira bertan

Agur Intxorta maite
gomutagarria
arratiar mutilen
garaitza tokia.

El combate de los arratiarras
ha tenido lugar en Intxorta
Mola y los requetés
han quedado allí estancados

Adiós Intxorta querida
de entrañable recuerdo
lugar de la victoria
de los jóvenes arratiarras.


En el siguiente link podrás ver y escuchar la versión de Tapia eta Leturia:


Elgetako eusko gudariei
Betirako aintza
Agur eta ohore

A los gudaris de Elgeta
Gloria eterna
Saludos y honra 



Bibliografía y fotografías:

Indalecio Ojanguren
Historia crítica de la guerra en Euskadi. Pablo Beldarrain
Intxorta 1937. Kultur Elkartea
Los asaltos al monte Intxorta. Pablo Beldarrain
Bidasoa. Instituto de Historia Contemporánea
La guerra civil en Eibar y Elgeta. Jesús Gutierrez Arosa
Historia general de la guerra civil en Euskadi. Luis Haramburu
Eguna. Kultura eta Turismo Saila. Eusko Jaurlaritza
Lezo Urreiztieta. Martin Ugalde. Elkar
Llámame Telesforo. Iñaki Anasagasti. Editorial Txalaparta
Testimonio José María Epalza
Testimonio Antón Irala. Iñaki Anasagasti
Sancho de Beurko
El árbol de Guernica. George L. Steer
Historia de la Compañía Arratia. Manuel Artetxe
Sabino Arana Fundazioa
No busqué el exilio. Francisco Gorritxo
Testimonio José María Garate
Fotokutxa

2 comentarios:

  1. kaixo:
    Saludos desde Elgeta.
    Este jueves tengo una visita a las trincheras d Intxorta y mirando un poco por la red , me he encontrado con vuestra pajina. La visita esta dirigida a escolares de una ikastola de Azpeitia, y pretendía buscar algo gráfico y escueto q pudiera manejar sobre el terreno. Vuestros mapas m an encantado y la manera d explicar lo sucedido, es dinámico y a la vez gráfico, las conclusiones acertadas, gracias por el material lo utilizare, espero q la climatología m acompañe.
    Agur eta laister arte Nerea.

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  2. Kaixo Nerea !, desde Askatasunaren Bidea (San Miguel, provincia de Buenos Aires) nos alegramos muchísimo al saber, a través de tu comentario, que la nota con sus fotografías y gráficos les ayudan. Esperamos también que la climatología les haya permitido realizar el recorrido. Nos encantaría saber que así fue. Te comentamos también que los textos y fotos son fruto de la tarea realizada por Koldo Zabalondo, desde Euskal Herria y los gráficos realizados desde San Miguel por Horacio Marotto Etxezahar. Desde la Argentina les enviamos a vos, a quienes comparten la tarea y a los chicos y chicas a los que acercan a su propia historia, un cálido saludo. Agur eta musu handi handi bat. Por Askatasunaren Bidea, Mariana

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