LOS ESTUDIOS SAN
MIGUEL (*)
La información de esta nota nos fue facilitada por el señor
La información de esta nota nos fue facilitada por el señor
Carlos O'Brien, del Centro Cultural "Bella Vista Cultural",
a quien agradecemos su colaboración
En el aspecto cultural, los Estudios Cinematográficos San Miguel dieron gran proyección al (entonces) partido de General Sarmiento.
En el aspecto cultural, los Estudios Cinematográficos San Miguel dieron gran proyección al (entonces) partido de General Sarmiento.
Instalados en la localidad de Bella Vista, fueron
considerados los más importantes de América del Sur por la destacada actividad
que desarrollaban y por la jerarquía artística que revistió su producción
industrial.
Durante catorce años salieron de su medio las más famosas
películas de la cinematografía argentina, en el período de su actividad.
En el año 1937, don Miguel Machinandearena resolvió erigir en
el predio que limitan las calles Moine entre Caprera y Chubut de Bella Vista,
las monumentales construcciones que servirían de ámbito a la industria
cinematográfica que iba a fundar. Para tal fin, don Miguel contaba con los
planos de los célebres estudios de la Metro Goldwin Mayer de Hollywood,
California, y se dispuso a construir una réplica, aunque con menos dimensiones,
de esas instalaciones de avanzada. En el año indicado, y durante una importante
ceremonia, fue depositada la piedra fundamental. Las obras comenzaron de
inmediato, levantándose la primera parte del edificio, que estuvo dirigido por
el ingeniero Jesús García y el arquitecto Olimpia Porta. Se construyó en esa
oportunidad la galería N°1, sobre la cual se ubicó una capilla consagrada a San
Miguel. También se levantó el edificio para la dirección, administración,
laboratorios, restaurante y una poderosa usina de eléctrica, dotada de tres
equipos generadores. Igualmente, se instala una enorme caja de hierro,
destinada a conservar los originales de los negativos de las películas que se
filmarían.
Posteriormente, la Compañía General de Construcciones tomó a
su cargo la segunda parte de las obras, que consistieron en las grandes
galerías N° 2, 3, y 4, completándose más tarde con la galería N° 5
correspondiente al sector de efectos especiales y los depósitos de decorados,
materiales, etc.
Todo lo construido constituyó una suerte de ciudad consagrada
al cine, que abarcó una superficie cubierta de 180 por 90 metros.
Iniciadas las tareas específicas, el señor Miguel
Machinandearena fue el director propietario, mientras que el señor Juan José
Barcia ejerció la dirección general.
A la parte edificada se le anexó un terreno ubicado de la
mano de en frente sobre la calle Moine. Ese lote tenía 22.400 metros cuadrados,
y llegaba hasta la calle Sourdeaux. Esa extensión fue destinada a filmaciones
al aire libre. A un costado del mismo –sobre la calle Caprera- se construyeron
varios chalets, destinados a vivienda provisoria de artistas y técnicos.
Al comenzar la producción se designó como primer director
técnico al señor Eduardo Ricci, y se afectaron a las tareas gran cantidad de
escenógrafos, ayudantes y toda clase de personal técnico. La mayor parte de ese
personal era residente en Bella Vista y localidades vecinas, como así también
los extras que intervenían en las películas.
El primer film producido en Bella Vista fue “Dalila”,
película que nunca se proyectó en público. En 1940, el director Arturo Mon
dirigió la primera película comercial. Se llamó “Petróleo” y su elenco fue
encabezado por el actor Francisco Petrone. La obra mereció muy buenos elogios
por parte de la crítica especializada de la época.
Desde entonces, la producción fue intensa y de gran valor
artístico.
Durante los años de actividad de los Estudios
Cinematográficos San Miguel, se filmaron las siguientes películas: “Dalila”,
“Petróleo”, “Melodías de América”, “Juan Moreira”, “El fin de la noche”, “La
barra de la esquina”, “Los isleros”, “La dama del collar”, “La cumparsita”,
“Madame Bovari”, “Pájaro de cristal”, “El viejo Buenos Aires”, “La cabalgata
del circo”, “Los árboles mueren de pie”, “La guerra gaucha”, “La pródiga”,
“Casa de muñecas”, “Su mejor alumno”, “El último payador”, “Pobre mi madre
querida”, “Cuando la primavera se equivoca”, “La quintral”, “Juvenilia”, “La
honra de los hombres”, “Rosa de América”, y “La dama duende”.
Dirigieron tan copiosa producción talentosos directores,
entre los que podemos mencionar a Eduardo Ricci, Arturo Mon, Lucas de Mare,
Mario Soffici, Cohen Salaberry, Ernesto Arancibia, César Bateone, Julio
Saraseni, Antonio Monplet, Alberto de Zabalía, Luis Saslawsky, Carlos
Schlieper, Luis Motura, Luis Moglia Bart, Francisco Mojica, Catrano N. Catrani
y otros.
Interpretaron los papeles centrales de las películas famosos
artistas argentinos, tales como Libertad Lamarque, José Ruso, Enrique Muiño,
Ángel Magaña, María Duval, Hugo del Carril, Emma Gramática, Silvana Roth, Rosa
Rosen, Marisa Zini, Felisa Mari, José Mojica, Alberto Closas, Amelia Bence, Aída
Luz, Fernando Oahoa, Mecha Ortiz, Alberto Castillo, Aída Alberti, Perla
Santalla, Eva Duarte, Arturo Grondona, Elsa O’Connor, Angélica Pagano, Pedro
López Lagar, Luis Arata, Santiago Gómez Cou, José Olarra, Delia Garcés, Ana
María Lynch y muchos otros.
Las películas producidas por estos monumentales estudios,
fueron comercializadas por Distribuidora Panamericana, que tenía filiales en
las capitales de todos los países latinoamericanos.
Es de hacer notar que para filmar muchas producciones
debieron levantarse, en el campo anexo a los estudios, grandes decorados,
semejando ciudades, pueblos, calles, ambientes monumentales y reproducciones
muy fieles de lugares históricos de la patria que causaron admiración por su
gran fidelidad. Todo como resultado de los trabajos de notables escenógrafos y
ambientadores.
Debemos señalar que en octubre del año 1944 se realizó en la
sede de la fábrica Michelin S.A. –luego Pirelli, actualmente Dunlop- en Bella
Vista, la Primera Exposición Industrial y Comercial del Partido de General
Sarmiento, y los estudios San Miguel tuvieron a su cargo la construcción de los
stands y el decorado de la importante muestra.
Fallecido su propietario, don Miguel Machinandearena, los
estudios de referencia dejaron de funcionar como tales. En el año 1951, la
viuda alquiló las galerías a cooperativas y particulares que filmaron varias
películas.
El último film rodado tras sus muros fue “Nazareno Cruz y el
lobo”, una película dirigida por Leonardo Favio y protagonizada por Juan José
Camero, en el año 1973.
Así, los famosos estudios cesaron en su actividad específica
y pasaron a otras manos. Las galerías se utilizaron como simples depósitos de
artículos comerciales. Por fin, en el año 1981, los nuevos propietarios
resolvieron derribar los monumentales edificios y lotear las tierras donde se
irían levantando viviendas.
Sólo queda el recuerdo
de una época gloriosa para el cine argentino, que será muy difícil de olvidar.
Las siguientes imágenes pertenecen a un artículo publicado en la revista "EL JUGLAR", AÑO 1 NÚMERO 5.
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