El día de hoy recibe el nombre de "Día de la Libertad". Tal nombre no se debe sin duda a la casualidad, sino al rescate de un hecho trascendente de nuestra memoria como pueblo.
Para recordarlo les invitamos a leer un muy interesante y clarificador artículo del historiador Aitzol Altuna Enzunza y ver un vídeo cuya dirección podrán encontrar a continuación; bastará copiar este enlace en el buscador para acceder a él: https://vimeo.com/103546787
“ASKATASUN EGUNA”
Por Aitzol Altuna Enzunza
ORREAGA O EL DÍA DE NUESTRA INDEPENDENCIA
Todas las naciones tienen un día nacional donde conmemoran un hecho histórico. Los estadounidenses celebran el 4 de julio su “Independece day”, los franceses el 14 de julio el día de la toma de la cárcel de la Bastida por el pueblo o los españoles el 12 de octubre cuando Cristóbal Colón llegó al continente americano.
Los vascos hemos elegido celebrar el día en el que el padre del nacionalismo vasco, Sabino Arana, tras una conversación en el patio de su casa en Abando con su hermano Luis, fue consciente a los 17 años (por tanto en el año 1882), de que no éramos españoles.
Es evidente que la conciencia nacional vasca fue resurgiendo durante todo el siglo XIX con las Guerras Carlistas de telón de fondo, ahí están los textos de Agosti Xaho o Antoined'Abbadie por ejemplo, y tiene su culminación con Sabino Arana, cuyas ideas, no se puede negar, han dado el aliento a este pueblo durante el último siglo. El historiador español Manuel Tuñón de Lara en su libro “Historia de España en el siglo XIX” (1974) comentaba sobre esta cuestión: “Por encima de hechos aislados anecdóticos, el rasgo esencial y original que tienen la Guerra Carlista en Euskalerria es su dimensión popular que viene a ser, ni más ni menos, que el primer signo de formación de una conciencia nacional”.
Pero, si cogemos la historia de los vascos desde que tenemos documentación escrita, la conciencia nacional aparece muchísimos siglos antes. La clave parece estar en los movimientos sociales y políticos que continuaron a la caída del Imperio Romano Occidental y que se llamaron movimientos “bagaudas”, los cuales tuvieron su momento álgido durante los siglos V-VI. En nuestras tierras, los historiadores relacionan a los bagaudas con los pueblos euskaros prerromanos. Se puede considerar el movimiento bagauda como el inicio de la defensa de los pueblos euskaros de su territorio y origen de su unidad, la cual tendría su continuidad con el nacimiento del ducado de Vasconia sobre el año 600 y que culminará con la creación del Estado vascón de Pamplona y de Navarra entre los años 778 y 824 tras las dos batallas de Orreaga.
La conciencia nacional de los vascones ya fue comentada en el siglo XIX por la Asociación Euskara de Iruñea-Pamplona, como en el libro de Arturo Campión (1854-1937) “Nabarra en su vida histórica”: “Los vascones se nacionalizaron en forma de reino de Navarra. Durante un tiempo, difícil de acotar, vascón y navarro fueron términos equivalentes (…) El edificio histórico se asentaba sobre la base étnica en cuanto esta se exteriorizaba mediante el idioma, las costumbres, las instituciones y laconciencia nacional colectiva”. Éste hecho histórico también fue descrito por el historiador estellés José María Lacarra (1907-1987) en su libro “Historia del Reino de Navarra en la Edad Media” donde comentaba que: “Las presiones exteriores acentuarán la unión y contribuirán a formar la conciencia nacional”.
El propio Lehendakari Agirre fue consciente de nuestra realidad histórica cuando en el exilio pudo estudiar la historia del pueblo vascón: “(…) juzgo el reinado de Sancho el Mayor (1005-1030) sostengo que su genio indígena no solo sintió la unidad nacional sino que supo realizar una Confederación de Estados nacionalmente homogénea. (…) Esta tesis no solo encuentra eco en los tiempos del Mayor sino también en los que precedieron a la monarquía pirenaica en esos trescientos años de lucha contra el invasor germano que es cuando se forma realmente la nacionalidad vasca con voluntad de existencia y de lucha”.
La primera batalla de Orreaga-Roncesvalles tuvo lugar el 15 de agosto del 778 y fue la base del Estado vascón y soberano de Navarra, sería nuestro “Askatasun Eguna”, hecho épico recogido en todos los cantares de gesta europeos. Según el historiador artajonés Jimeno Jurio (1927-2002), en esta batalla habrían participado al menos los vascones de lo que hoy son los territorios históricos de Gipuzkoa, Alava o Alta Navarra y también vascones del norte como bearneses o gentes de Bigorre. Así lo atestiguaría un documento lapidario de Pasaia. La lápida actual de Pasaia es del siglo XVI y está en el barrio de San Juan (Donibane) dentro de un humilladero, por tanto es muy tardía, pero, a sentir del lezotarra Lope Isasti (1565-1626) historiador contemporáneo a la misma, era una copia de otra más antigua. La lápida dice en latín:"En acción de gracias por la victoria obtenida y cumpliendo el voto hecho a Dios y a Santa María siempre Virgen por sí y sus compañeros de Pasajes (Pasaxe), vencedores, en la era (hispana) del 814 (año 778 d.C.), cuando fuimos a Orreaga (Orrierriaga) y al monte Pirineo, ahora llamado de Roncesvalles (Roncos Valles), a luchar contra el ejército de Carlo Magno, rey de los francos, con nuestro Pueblo de Basconia (Basconiepopvulo)”.
http://www.naiz.eus/es/
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