UNA VIDA ATADA A UNA SIRGA
Hoy ocho de marzo se celebra el Día de la Mujer y, por ello, he decidido que la entrada de este domingo en el blog lo dedicaría a hablaros de una profesión ya desaparecida en nuestra villa y alrededores. Una profesión muy dura que, curiosamente, no la realizaban los hombres fuertes, sino un grupo de mujeres llamadas SIRGUERAS.
Esta profesión siempre me ha despertado mucha curiosidad y admiración.
Su nombre procede de sirga o cuerda.
En el siglo XIX las sirgueras, mientras sus esposos, soldados, combatían en la guerra carlista, ellas sacaban la familia adelante arrastrando embarcaciones a la costa. Desde el Abra hasta el Arenal bilbaíno se las podía ver ejerciendo esta labor más propia de bestias de carga que de personas.
Esta actividad era fundamental para que los barcos pudieran avanzar ría adentro.
La sirga se ataba alrededor de su cuerpo mediante un tirante y, generalmente, iban en cuadrillas de cuatro.
La prensa bilbaína siempre fue muy crítica con este rudo trabajo, aunque también lo justificaba aludiendo a que las grandes embarcaciones no podían entrar en la ría debido a obstáculos como por ejemplo la barra de Portugalete y había que utilizar gabarras para transportar las mercancías.
Las condiciones laborales de entonces eran precarias, no estaban amparadas por ningún sindicato y no disfrutaban de ningún privilegio; al contrario que los hombres que desempeñaban tareas de cargadores en los muelles que sí contaban con una reglamentación.
Se pensó alternar la mano de obra de estas mujeres con bueyes pero económicamente salía más costoso.
También existía la profesión de carguera que gozaba de un poco más de prestigio en aquella sociedad y que, en muchas ocasiones, se ganaban el puesto a base de peleas entre ellas.
Además de cobrar poco en condiciones extremas y penosas debían aguantar los descalificativos como “Ganapanes” o “Mozas de cordel”.
En 1879 salió publicado en prensa el accidente de una sirguera que hubo de ser atendida por un gabarrero, un herrero y la familia de éste mientras que sus contratadores se desentendieron del incidente.
Fuente: http://conocebilbaoconesme.es/2015/03/08/una-vida-atada-a-una-sirga/
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