Nota de Carlos Gabilondo
¡En qué saludable momento los amigos de la Agrupación Vasco Argentina, “Askatasunaren Bidea”, nos convocan para escribir sobre la cinematografía vasca!.
Desde hace casi cinco años venimos llevando adelante un proyecto de difusión que se inició muy humildemente en Euskaltzaleak, la Escuela de Lengua Vasca de Buenos Aires. Desde entonces estamos recorriendo las distintas casas vascas de la Argentina y otras entidades culturales con esta premisa inicial: Qué es el cine vasco?. A través de ese interrogante intentamos acercarnos a una respuesta que en el presente, con una presencia internacional muy fuerte, el mismo cine vasco se ha encargado de responder.
Siempre hemos considerado, que en el principio de todo, estaba “Ama Lur”. La conjunción creativa de Basterretxea, Larruquert y la guía sapiente de Oteiza, hicieron de esa obra, mucho más que un mero documental, una verdadera “muga”, que posibilitó en 1968 el nacimiento del cine vasco moderno. Dar a conocer ese “poema visual” cada tanto, produce en los asistentes una emoción muy conmovedora, teniendo en cuenta que esa película abrió el camino para poner de pie al pueblo vasco ante el marasmo cultural del franquismo. En este largo derrotero llevamos realizadas más de 120 proyecciones, intentando en todo momento abarcar el amplio espacio temático que ha transitado la cinematografía vasca desde sus orígenes mudos a la actualidad. Para ello hemos desarrollado también un intento de acercamiento a esa trayectoria que denominamos “Euskal Zinemaren Ibilbidea (1895/2015)”. La exhibición de las películas, mayoritariamente habladas en euskera, subtitulado, conlleva una información adicional que permite a los concurrentes ampliar el conocimiento del film a proyectar y el posterior debate que acompaña la visión, entendemos que enriquece todas nuestras presentaciones. Esta propuesta ha sido muy bien recibida a lo largo de estos cuatro años y los ciclos de cine vasco itinerante se extendieron por la provincia de Buenos Aires y el interior del país: Euskaltzaleak, Chivilcoy, San Miguel, San Martín de los Andes, Chacabuco, La Plata, Misiones, Biblioteca del Congreso de la Nación y diversas exhibiciones esporádicas en: Luján, Arrecifes, José C. Paz, Bahía Blanca, Villa Mercedes (San Luis), Gral. Rodríguez. Estamos convencidos que la presencia del cine vasco debe acompañar cada una de las “Semanas Nacionales Vascas” que se realizan en Argentina y estamos muy orgullosos de haber participado en La Plata 2014 y Macachín 2015. Los reconocimientos como ciclos de interés municipal en San Martín de los Andes y San Miguel avalaron también, la calidad de estas propuestas.
Hemos priorizado el contenido identitario de la cinematografía vasca con películas como: La muerte de Mikel, Tasio, Akelarre, Vacas, Obaba, Bertsolari. Abordamos temáticas muy polémicas: Ander eta Yul. Días contados, Yoyes, Silencio Roto, La pelota vasca, La buena nueva, Asier eta biok, Lasa y Zabala. No dejamos de lado las comedias y el humor, aunque resulte difícil encontrar muchos ejemplos: Tu novia está loca, El día de la bestia, Aupa Etxebeste!, 8 Apellidos Vascos, Kutsidazu bidea, Ixabel, Sukalde Kontuak, Bypass. El humor negro bastante corrosivo lo compartimos con: Justino, un asesino de la tercera edad, Urte berri on amona. Dimos espacio a directores noveles que después confirmaron su enorme talento: Alas de Mariposa, Frío sol de invierno, Bajo las estrellas. Abrimos el catálogo a temáticas innovadoras en esta filmografía: 80 egunean, Ander, No tengas miedo. Hace muy poco tratamos de reconocer el nivel superlativo del cine vasco de animación con una propuesta que emocionó por su contenido ético: Gartxot.
Cuando nuestras amigas de la Cátedra Libre de Pensamiento Vasco de la Universidad de La Plata nos abrieron las puertas de un confortable auditorio, nos animamos, con una notable asistencia, a homenajear a Montxo Armendáriz con un ciclo dedicado a su fructífera trayectoria, que incluyó desde Tasio hasta No tengas miedo. ¡Que menos merecía ese pionero en la búsqueda del Oscar a la mejor película de habla no inglesa!, que llevó a su maravillosa Secretos del corazón a pelear por ese premio, abriendo hace más de quince años el camino que en el presente están transitando Loreak, primera en la historia en competir, hablada en euskera, y Minerita, en la especialidad cortometraje, donde también fueron precursoras: 7:35 de la mañana y Eramos pocos. Cuando la Biblioteca del Congreso de la Nación adjudicó a las más importantes cinematografías europeas un mes de proyecciones logramos incluir, hace tres años, un lugar para el cine vasco en cuatro martes consecutivos. Estos dos hitos significativos no opacan otras interesantes propuestas como el mes del cine vasco en Posadas, Misiones o el de San Martín de los Andes.
Como no sentir un enorme beneplácito al contemplar el inventario de un recorrido hecho a pulmón, que tropieza con las dificultades para obtener los materiales necesarios para brindar en muchos casos copias de buena calidad que permitan a los vasco argentinos conocer un cine que nunca llegará a disfrutarse de otra manera. Estas propuestas cineclubistas, con entrada libre y gratuita, intentan acercar un producto de mucha calidad que habitualmente sorprende a quienes asisten a las proyecciones.
Esta muy breve reseña de actividades estaría incompleta si no consideramos el aporte adicional que ha significado acompañar cada largometraje proyectado con un corto de la serie KIMUAK. Este proyecto así denominado para promocionar a los nuevos directores jóvenes, permitió acceder a las primeras obras de Montxo Armendáriz, Telmo Esnal, Asier Altuna, Jon Garaño, Jose Mari Goenaga, Koldo Almandoz, Nacho Vigalondo, Borja Cobeaga, Raúl de la Fuente y muchos otros que en apretadas síntesis mostraron lo que después serían capaces de ofrecer cuando llegaron a la “larga duración”. El máximo ejemplo en la actualidad lo constituye el cortometraje “Minerita” de Raúl de la Fuente que competirá por el Oscar el mes de febrero próximo.
Es muy alentador pensar que después de 62 ediciones el Festival de Cine de San Sebastián, precisamente, incorporó en el certamen oficial una película, totalmente hablada en euskera y que después fuera elegida para representar a la Cinematografía Española en los premios Oscar, también por primera vez, en una lengua que no es el castellano. Pero mucho más auspicioso es que este año se haya repetido la situación con la notable película de Asier Altuna, Amama, también competidora en el certamen oficial del Zinemaldia.
Tenemos un firme propósito de extender este proyecto el año próximo, nos alientan el enorme apoyo de las instituciones, la gratitud de un público consecuente y la gran calidad del cine vasco, de sus directores, de sus actores y del personal técnico que se cuentan entre las mejores de la actual realidad cinematografía europea.
Correo de contacto: jubilondo@gmail.com
Web: https://www.facebook.com/euskacine
Noviembre de 2015
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