1. Estudio de la Jaun Dauphin cenaren eritassouneco circonstancien errelacionea 2. Transcripción de la Jaun Dauphin cenaren
eritassouneco circonstancien errelacionea
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1. Estudio de la Jaun Dauphin cenaren eritassouneco
circonstancien errelacionea
En el caso de la lengua vasca, las primeras manifestaciones propiamente periodísticas conocidas son casi un siglo más tardías que las que se producen en castellano. Y ni siquiera se trata de un periódico, sino que estamos hablando de una relación, la única que conocemos en lengua vasca, titulada Jaun Dauphin cenaren eritassuneco circonstancia berecien errelacionea, haren Coffesorac arguitarat emana, una relación, como su nombre indica, que salió de la imprenta de los Fauvet-Duhart, en la calle Pont Majour de Bayona, en 1766, muy poco después de la muerte del Delfín, padre del rey de Francia Louis XVI, acaecida en París el 20 de diciembre de 1765.
Aunque no falta quien sitúa a principios del siglo XVII la implantación de la imprenta en Bayona, lo cierto es que los primeros libros vascos que se conocen fueron impresos fuera del país, en Burdeos especialmente. El primer libro conocido impreso en Bayona - que durante años será el principal, por no decir único, foco editorial del País Vasco continental - lo será en 1642, el Tresora hirovr lengvaietaqva, francesa, espagnola, eta hasqvara, y fue su impresor un tal Frances Bourdot, que no permaneció mucho tiempo en tierra vasca. Existen otros impresores esporádicos en el siglo XVII: Bernard Bose, Stephan Bertier. Fue su nieto el primer Fauvet conocido. El hijo de este Paul Fauvet, Antoine, se establece como impresor oficial de la villa en 1673 (Vinson,, Julien. Essai d'une Bibliographie de la Langue Basque, 1891: xxix). Fue el primero de una saga de impresores.
Su nieto Jean Fauvet sustituyó a su muerte a su padre Paul, hijo de Antoine. Jean Fauvet consiguió el 1 de agosto de 1760 el cargo de impresor de la villa de Bayona, y comenzó a firmar sus obras como Fauvet-Duhart o Duhart-Fauvet, después de haberse casado ventajosamente con Marie Duhart, hija del notario real de Hasparren. Tenía este impresor inquietudes periodísticas, porque consta que en las navidades de 1756 pidió a la villa poder editar un periódico semanal con noticias sobre todo referentes al tráfico marítimo que constituía el principal puntal de la economía bayonesa. Surgió así el Journal Maritime de Bayonne, el primer periódico vascofrancés conocido, del que se conserva un ejemplar del 23 de abril de 1757 en la Biblioteca Municipal de Bayona (Vinson, 1891: xxxvj). Y le cabe también el honor de haber editado el primer impreso periodístico en lengua vasca, la Jaun Dauphin cenaren eritassuneco errelacionea.
Como indica J. Vinson (1891: 220), lo más probable es que esta relación se base en un original francés, actualmente perdido. Por tanto, esta obrita, de apenas nueve páginas impresas en cuarto, no es sino la traducción al euskara que el impresor de Bayona ofreció a su público euskaldun. Un público que, como es obvio, y a tenor de las obras literarias que se publican en Labourt en ese siglo, está compuesto primordialmente, aunque no exclusivamente, por eclesiásticos.
Eclesiástico era el confesor del Delfín que redacta esta relación, un género, no hace falta recordarlo, típicamente protoperiodístico, que informa de un solo acontecimiento puntual y suficientemente importante -lo que, en la ideología de la época, equivalía a decir vinculado a la vida oficial, como es el caso- en un pequeño relato estrictamente noticioso. Estas relaciones no eran, naturalmente, un género nuevo en el panorama informativo del siglo XVIII, porque preceden al origen del periodismo y se conocen desde el siglo XV en la mayoría de los países de Europa, y naturalmente en Francia (Weill, Georges (1941). El diario. Historia y función de la prensa periódica. México: Uteha., págs. 4-17). No obstante, continúan editándose, sobre todo en un tiempo en que los periódicos en sentido estricto se destinan a las clases ilustradas y tienen por tanto un contenido elitista, pensando en un público menos elevado.
El modelo de lengua es, básicamente, el labortano clásico de la escuela de Sara, que había comenzado un siglo antes la obra de Pedro de Axular e iba a encontrar su final años después con la de Joannes d'Etcheverry de Sara. Se trata de una variedad de prestigio fuertemente enraizada en la zona y aceptada como koiné, al menos para manifestaciones literarias. Es indudable que el traductor de la relación francesa original dominaba tanto el francés como en euskera y el latín, y es más que probable que fuese un eclesiástico, como el propio autor de la relación. Desconocemos por completo quién pudo ser ese traductor.
No existen grandes dudas ni vacilaciones en el modelo de lengua utilizado. La traducción es precisa, la construcción gramatical de la frase, que no rehúye pero tampoco sigue al pie de la letra el original escrito en una lengua latina, es vigorosa. No existen tampoco dudas ortográficas, y ni siquiera se detectan excesivas erratas. El léxico es inequívocamente labortano: formas como "ahuendatu" o "ungui" lo demuestran, aunque algunas como "goan" o "trikatu" son más particulares de una determinada zona como Ainhoa o Saint-Pée (Azkue, 1905: 290, 352), lo que podría indicar que el origen geográfico del autor era éste. El influjo latino, sobre todo en la terminología religiosa, es también patente, lo que indica a las claras la familiaridad del traductor con este tipo de lenguaje. Existen otra variantes latinas, como la repetida "Frantia" por la más común "Francia" o "Frantcia", o la voz "fidantia", e incluso "gurutcefica" ("crucifixión").
El asunto de esta relación es bien sencillo: un relato, una crónica de los últimos días del Delfín, contados, con acopio de elementos dramáticos y poco menos que hagiográficos, por un testigo directo, su confesor: "Ene desseinua ez da, agueri den beçala, Jaun Dauphinaren historioa iscribatcea (...). Contentatuco naiz explicatceaz, manera simple eta lano batean, haren azquen circonstantia bereciac (...)", indica al comienzo de su narración el autor. Junto a la relación de hechos se intercalan citas directas tanto del Delfín como de los nobles y eclesiásticos que le rodean en sus horas postreras (elemento que se incorporará en el periodismo posterior, y que se utiliza habitualmente en nuestros días), y no faltan las frases laudatorias.
Por tanto, ya tenemos, en la segunda mitad del siglo XVIII, un público euskaldun -al menos en el País Vasco continental, o, aún más concretamente, en Bayona-, deseoso de noticias recientes -el proceso es relativamente rápido para la época: recordemos que el Delfín muere el 20 de diciembre de 1765, y la relación en euskera se edita muy poco después, en 1766, a partir de una previa en francés-, un público no necesariamente elitista, sino más bien ligado al clero llano, que luego jugará un papel decisivo en el nacimiento del periodismo en euskera y en la génesis de una ideología vasquista y conservadora ligada al antirrevolucioonarismo, que identificaba en un solo concepto la fe, la lengua vasca y el campesinado.
2. Transcripción de la Jaun Dauphin cenaren eritassouneco
circonstancien errelacionea
JAUN DAUPHIN CENAREN ERITASSUNECO CIRCONSTANCIA BERECIEN ERRELACIONEA,
Haren Coffesorac arguitarat emana.
Bayonan. FAUVET-DUHART, Imprimatçaillea baithan, Pont-Majour-co Carrican, 1766.
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Ene desseinua ez da, agueri den beçala, Jaun Dauphinaren historioa iscribatcea. Bici, nationearentzat hain ederraren, eta erreligionea hambat ukhitcen duenaren gaucen eçagut-arazteco arthat uzten-dut bertce cembaitentzat. Contentatuco-naiz explicatceaz, manera simple eta lano batean, haren azquen circonstantia bereciac. Bethi ere ahuendatuco-dudan Printce harc ohoratu-içan-nau bere fidantiaz. Haren azquen suspiren lekhuco caussitu-naiz. Haren familia errespetagarriaren consolamenduarentzat, enea berarentzat, eta bereciqui publicoaren edifficationearentzat, banoha aipatcerat nigarrez bustitcen-dudan iscribu huntan neorrec ikhusteco çoriona içatu dudan gaucen chehetassun exempluzcoa.
Errelatione huntan sarthu gabe, içan bequit cilheguy erratea, erreligionearen ohoretan, eta munduco çuhur direlaco batçuen ahalqueria handitan, Jaun Dauphinaren eritassunean hambat distiatu-duten sentimendu generos hec eman içan citçaion educatione guiriztinozco baten fruitu dohaxu batçuec çïrela; vanitateaz eta errespetu humanoaz gorago cen debotione solido batec çakhartzqueienac. Educatione hura etcen behinere gueçurtatu haren baithan; aitcitic, graciac, adinaren eredura, perfectionatuz eraman içan-çuen: erragun oraiño, egun orozco liburu sainduen irakhurtceac, orobat fede bici eta humil batec etçutela parte guti içan berthute miragarri hartan. Etçuen egunic uzten iragaterat Jesus gurutceficatuaren oinetan meditatu gabe Evangelioco eguiac eta maximo sainduac. Bai, egun guciez, othoitçari ematen cioen demboraren parte on bat, bere moldetzat hartu-içan-çuen San Louis, bertce orduz, Frantian erreguinatu-içan-duen Erregue handi hura: hari jarraiquitceco, arthosqui erraten çuen Parisco breviarioaren officio handia. Hortacotz, khentcen ciotzcoten munduco barraiadurari eta libertitione funx-gabecoei exercicio saindu hari ematen ciotçon moment eta orenac. Etcen hargatic gutiago applicatcen haren herruncari çaozcon eçagutcen ardietsterat. Hari hurbiltceco dohaxutassuna çutenec ahal daquite Printce bakharrac guerthatcen ohi direla hura beçain arguituac.
Ikhusten-çuen Jaun Dauphinac erreligionea, bere hedadura gucian. Haren alderat çuen errespetuari partean eman daquioquenic, cer caussi? Min minean, sentitcen-cituen erreligioneac gaixtaguinen partetic içaten-cituen laido eta çauriac. Iduri ere du hari erreparatione edo compexacione bat beçala eguin-nahi-cioela bere eguinbide publico eta particularren bethetceco seiñalatcen-çuen attentione eta kharmiragarriaz. Norda ez daquienic Eliçari çakharqueien amodioa, eta hunen decisionen alderaco çuen sumissione osso hura? Seguratua nola baitcen sacramenduac cirela graciazco ithurburu abondant batçuc, eta saindutceco beçala, halaber, saindutassunean irauteco eta aitcinatceco moienic ecin faltatuzcoenac, Printce devot hunec eman-içan cioen bere buruari erreguelatzat cofessatcea ilhabete guciez, orobat communiatcea cofessorac digne çaucan gucian: hartarat dispossatcen-cen contientiaren examina hertsi eta chehe batez, ceinaren çorroztassunari ez baitcitçaioen deus ere escapatcen. Gaitz ahalda imaginatcea nihorc egundaino ekharri ahalduqueiela artha guehiago eçagutcecotzat bere bihotça eta guiriztinotassunaren eguiazco izpirituac galdetcen-tuen eguinbide guciac. Hulaco caracteretaco Printce batec baitezpada behar-çuen içan seme errespeztuscoena [sic] eta sumetituena; espos samurren eta leihalena; aitaric hoberena, anaiaric nahicarazcoena, eta finean, naussi justitiaz, arraitassunaz, eta ontassunaz bethena.
Frantia ossoa ikharan çagoen demboran Printce hain compli baten egunentzat, Jaun Dauphinac entçuten du, batere cantitu gabe, bere estatuaren hirriscua. Ordu-danic declaratcen-du; ez duela, Iaincoari esquer, biciaren alderaco iaiduraric sentitcen; ez dela egundaino içan lilluratua bere sortceac deitcen-çuen thronuaren distiaduraz, ezdioelacotz, behinere behatu datchazcon eguinbide ikharagarrien eta inguratcen duten perilen partetic baicen. Nahi-luqueiela arima hobeago bat içan; bainan Iaunaren misericordia infinituetan eçartcen-çuela bere fidantia gucia
Hacilaren hamabian, arraxeco hameca orenen gainerat, içan-çuen estressa batec haren biciarentzat beldur-araciric, aditcerat eman-nioen on çaitequela biharamuneco prepara çadin azquen sacramenduaren errecibitcerat. Ez dut (ihardetsi-içan çautan) deus hobeagoric galdetcen. Ala, ordean ungui dembora guti guelditcen baitçait horlaco actione handi baterat disposatcecotzat! Etçuen, bizquitartean, içan behar administratua eguerditan baitcen, eta cofessatua cen bezperan: galdeguin-çuen a propos cenez errecibitcea annoncioa biatico sainduarequin batean, eta ea diocesaco ritualac horla marcatcen-çuen. Comprenitu-çuenecotz baçuqueiela satisfactione hori, desiratu-içan-çuen, dembora berean, azquen sacramendua, beldurrez, cioelaric, menturaz eman dieçatedan extremitatean eta eçagutça osso batequin errecibitceco gai içanen ez naitequeienean. Ordu berean, eman citçaion othoitzari kharric handienarequin eta nahi-çuen entreteni neçan meditacionearen moldean, azquen sacramenduen hartceco necessario ciren disposicionez, eta arima bati ekhartcen diotçoten gracia particularrez.
Cer ikhusgarri Jaun Dauphinaren administracionean! Erregue eta haren familia lekhuco desolacionean! Gorthe gucia nigarretan! auhen, suspira, marrascac, alde gucietaric, haren guelan! Eta hiltcen hari den Printcea datça bakharric tranquil eta descanxu! Fermutasuna, bakhea, eztitasuna, debocioneric biciena, hauc guciac seinale-dire haren bissaian. Huntarainocoan çohan, haren izpirituco atzartasuna, non eçagut-araci-baitcioen Jaun Aumonier handiari, orduco doloreac ematen-cioen trublearen ariaz, guerthatu citçaioen huts bat, ceina baitcen olio sainduaren gantçudura bat escas eguitea. Odoleco Printceac eta gaineraco Jaun handiac erretiratu içan-ciren doloreari beçala admirationeari bere buruac ossoqui utciac.
Ceremonia saindu horren ondoan, Printceac nahi-içan çuen meça entçun esquerren emateco. Ez nuen-uzte, erran-çautan, azquen sacramenduen errecibitceac hambat consolamendu çakharqueiela. Jaincoac moment huntan bozcario hain eztia senti-arazten-daut non ez baitut, ene bician, deus ere holacoric frogatu. Ecin asqui contempla neçaqueien Iaincoaren amodioaren alderat aguertcen-çuen eçagutçazco gaindidura: halaric ere, consideraturic, lau oren bethez, debocioneari iarria çagoela, beraz nekhatua ahal-çaitequeiela, errepresentatu-içan-nioen ordu çuela paussatceco. Haren errepusta içan-tcen: Ez naiz batere fatigatua, Iaincoac sustengatu-içan du ene izpiritua.
Erretiratu baino lehen exhortatu-içan-nuen bere bihotça balxatceaz erressuma gucian eguiten hari ciren othoitzequin batean, cerutic ardietsteco chedez, haren arimaren salbamenduaz landan, guehien ukhitcen-guintuen gauça; ihardetsi-çautan berehala bere aire maitagarriarequin: Duda gabe, ene conserbationea erran nahi duçu. Ah! Jauna, erran nioen, ikhussia da, eta nola daiteque bertcela! Bakharra ahal çare ez daquiçuna cein maite eta necessario çaitugun. Horren gainean, moment bat tricaturic erran çautan Printceac: Permeti dieçadaçu contenta nadin Jaincoari galdetceaz bakharric haren borondatea compli-dadin ene baithan: continuatcen-çuela, ala haren pentsamenduac guretaric ungui differentac baitire, eta ekharri-cituen escripturaco haitz hauc: Cogitationes meae non sunt cogitationes vestrae. Mututcen nauçu, erran nioen, eta eguiaz, çure dispositionea den perfetena da, beraz ez dut haren gutitcerat eguin nahi, ez daiquet ere. Halaric, badirudi Erregueren familiaren damuaz eta nacione ossoaren botuez ukhitua, Jaun Dauphinac uzte içatu-çuela gomendatu-nioena eguin-ceçaquela. Ecenerran-çautan biharamunean: Ez dieçadaçun guehiago galde othoitz eguin deçadan ene conserbationearentzat, eçagutzen-dut gracia horren escatceac arima idortcen dautala, eta debecatcen-nauela Iaincoaren ganat altchatcetic salbamenduco gracia choilac galdetcen diotçadanean frogatcen-dudan khar berarequin. Aguerida, erran nioen orduan, çure burua Jaunaren escuetarat horrela ossoqui largatcea, harc çure gainean dituen desseinuen arabera dela; etçaitut beraz guehiago exhortatcen othoitz eguiterat çure conserbationearentzat. Guri daucu Iaincoaren nahien adoratcea, çuretzat haren misericordien eta guretzat haren justiciaren effetuen iduriquitcea.
Dembora hartan, Jaun Dauphinac eguin-çuen bere testamenta, eguiteco temporalac erreguelatu ondoan Jaincoaren gaucez baicic ez guehiago ocupatcecotan. Bacirurien [sic] egunetic egunerat haren kharra debocioneco gaucetan doblatuz cihoala. Cer pena eztçuen sentitu noiz-ere gaitz luce bateco ahidurec eman-içan-baitçuten, bertce orduz beçala, iracurtce ispiritualen eguitetic ahalez campoan. Haren berthuteari bere berthuteaz ohore eguiten cioen Andre Dauphina lagun harturic, erraten çuen han artean, officio divinoa. Jainco handia! cer gatic hain guti baicic etçuen iraun behar hain unione perfetac? Ala ukhigarria baitcen eta exempluzcoa! Ez, egundaino samurtassunac eta erreligioneac, eztcituen iuntatu bi arima hequienac elkharri baino hobequiago çaozconac. Hargatic, axeguin handienarequin, mintçatcen-cen Jaun Dauphin Printcesssa animoxu hunen ganic cituen zelo eta bihotz beratasunaren marca continocoez. Noiz ere, libertate faltaz, ikusterat guatetic guelditu baitcitçaioen Printcessa, egorri-cioen, hainitz aldiz, Verdungo Aphispicua certan othe cen berrien jaquiterat; eta bere azquen momentuetan, Jaincoari eguin ciotçan gracia bereciez esquerren bihurtcean, eztçuen ahantci espos berthutos, alde guciz, errespetagarri baten emateaz eguin-cioena.
Printce hunec, egun guciez, bereganat deitcen ninduen oren erdi batez salbamenduco eguien gainean mintça-nindaquiontçat: guehien ukhitcen çuten gauçac, berriz erran-arazten çauzquidan hequien sunsuan hobequiago sartceco chedez; çiolaric; eguin ahalean ene baithan fincatcen-ditut erraten-darozquidatçunac, guero hetaz, noizetic noizera, orhoitceco eta ene meditacione laburren hequin gainean eguiteco. Ikhusia da naicen estatuan ecin eguin deçaquedala meditacione seguituric. Ez-naiz guehiago neorri gai iracurtceco eta egundaino ecin eguin-naiz bertcei, ene aintcinean, iracur-arazterat.
Diocesaco rituelac galdetcen-duen dembora iragan-ceneco, Jaun Dauphinac desiratu-çuen, bere baitharic, bigarren aldicotz eman cioçoten Jaun Handia, orduan hobequiago celaric arren. Jaun Aumonier handiac ekharri-cioen, egun guciaz, haren apartimenduan erraten-cen meçatic iekhora.
Abendoaren hamabortcetic hama-seiraco gaüa hainitz içan-cen tcharra. Printceac erakharri-ninduen goiceco sei orenetan, eta nahi-içan-çuen iaquin ene ganic cer cioten haren estatuaz. Ah! Jauna, ihardetsi nioen bortchatua naiz çuri aithortcerat, miricuec etsitu beçala dute çutaz; Jaincoaren misericordia infinituetan dugu gure esperantça gucia; aguian erorico dela aldaren oinetan ahuzpez nigarretan dagoen nacione guciaren othoitzetarat. Lagun naçaçu, erraten-çautan, ungui preparatcen errecibitcerat ene Creatçaillea eta ene Salbatçaillea, bere amodio mugarri gabeac ene ganat dakharquena, ceiña laster ikhusico baitut ene iuie soberanoa beçala: Errefleccione hau, cioen, latz-garria da: halaric ere, ez du batere gutitcen haren misericordian dudan fidantia bicia. Goiztiri ossoa accione saindu hartarat preparatceco dembora bat içan cen. Hameca orenez inguruan, Jaun Aumonier handiac eman-içan-çuen meça Printcearen guelan, eta administratu-içan-cioen biatico saindua, ceiña errecibitu-baitçuen debocione handienarequin. Ordu-danic, arbuiatu içan-cituen erressuma gucian, haren conservacionearentzat eguiten-ciren othiotzec sor-arazten cituzten esperantça suerte guciac, eta etçuen-nahi entçun mintçatcen bere eternitateaz baicic. Azte azquenean, arraxeco bortz orenetan, Jaun Dauphinac erran-çautan beharrirat, erregueren familia, orduan guelan aurkhitcen cenac, ez aditceco guissa, nahi luqueiela erran niotçan hagoniaco othoitçac; errepresentatu-içan-nioen etcela oraino hartan, eta muga gabe assaldura cruellena ematea içanen-cela. Ez dieçadaçula errefusa, cioen, gracia hori: othoitz hec hain dire ederrac, debocionea inspiratcen derautet. Hortic hartceco da jadanic, bere particularrean erran cituzqueiela. Erori-nintcen beraz haren nahirat; ordean, condicionerequin bi biac içanen guinela. Sei orenetan, erregueren familia athera-içan-çen benediccionearen hartcerat; eta berehala Printceac manatu-içan-cituen guelan guelditu-ciren guciac ilkhitceaz, eta gu biac bakharric utzteaz. Othoitz hauc eguin niotçan, ahalaz clarqui. Hulaco maneraz seguitcen cituen non baitcidurien Jaincoa ganat goan nahizco hirrixaz ilkhitcen beçala cela bere gorphutcetic, eta hagorandua çagoela bere azquen orenaren minez. Etciren hain laster akhabatu othoitçac, non Erregue bere familiarequin sarthu-içan baitcen. Errecibitu-içan-cituen bere egundainoco humore alleguerarequin; eta nihori guti gogoratuco-citçaion bere arima berac exhortaturic heldu cela gorphutzetic atheratzerat ceruaren galtçarrerat hegaldatcecotçat.
Ortcegunean, eguerdirat, bacirudien hagoniarat cihoala, hargatic erran-çuen nahi çuqueiela oraiño entçun meça saindua, cioelaric, azquen aldicotz içanen cela: bihotza sustatcen cioen [k]harrac sustengatu-içan çuen haren izpirituco attencionea; eta sacrificio[co] dembora gucian eztcituen beguiac apartatualdarearen gainetic.
Gaitça goratuz cihoacon huntarainocoan, non miricuec ez baitçuten uste arrax phala ardiets ahal-ceçaquela. Printce hunec ikhussiric azquen mugarat hurbiltcen hari cela, lehiatçent-cen khar eta fede handienarequin içaterat sentimenduric bicienac, nahiz salbatçaile adoragarri har gure salbatcecotzat obratu içan-dituen misterio ecin erranezcoen gaiñean; nahiz, finean, Jaincoa bere lorian ikhusteco çorionaren gaiñean.
Iscrituraco hitz guehien bihotza ukhitcen-ciotenac hainitz alditarainocoan berriz erranazten-ciotçon exhortatçaileari. Galdetu-içan-nioen: ea bada Jaunaren borondatea haren baithan compliçadin bethi desiratcen-çuenez bakharric? Mobimendu saindu batequin, ihardetis çautan: Cituzquelaric bere escuco milla bici eta milla ossassun, guciac gogotic sacrifica lioçoquela Jaincoa ikhusteco, eta hartaz goçatceco senti-çuen lehia kharxuari: ezdut, continuatcen çuen, deusic egundaiño hanbat desiratu nola haren eçagutcea bere içate gucian: non bait ungui handia eta ungui miragarria behar da bere perfeccione gucien hedaduran.
Egoten-bainintcen aphurbat ichilic, deitcen-ninduen bereganat eta erraten: mintça çaquizquit enen Jaincoaz, hortan consolamendu handibat causitcen-dut.
Hagoniaco oinhacen eta haren ingurutan çaudecen auhen eta marrasquen erdian, Jaun Dauphinac deusic etçuen galtcen bere animo eta tranquiltassunetic. Hain cen ohitua gauça graciosen erraten non uzte içan-baitçuen bere ganat erakharri behar-cituela guelaco lehenbicico aitoren-semeac, eta heiei eracuzterat eman harentzat hartu-cituzten arthen alderaco bere bihurcundea. Galdeguin cituen guero bere Jaun Menin (bere seguidaco officiale batçuc): Hurbil-çaitezte, Jaunac, erraten-cioten aire arraienarequin, hurbil-çaitezte ikhus-çaitçadanentzat guciac. Esquerrac darozquitçuet hartu-tutçuen penez eta guciz, ekharri-dautaçuen amudioaz: eçagutçaz bethea naiz guciez: eman-dautçuet batçutan khechatceco bidea, sobera iduriqui-araciz, barkhamendu hartaz galdetcen-dautçuet. Segur-naiz barkhatcen-darotaçuela bihotz onez: adioz, Jaunac, othoi bethi orhoit-çaitezte nitaz. Handic ondoan, erremarcatu-içan-çuen Prince Turenne edaterat ematenhari citçaiola: behatu-içan-cioen, eta erran: Bada possible, Turenne Jauna, ez baidautçut oraiño fixic erran! Gracia tcharra dut, ecen ukhitua naiz çure arthaz; esquer hainitz darotçut. Herrech da comprenitcea hulaco hitz samurren aditçaillec etciotela ihardesten baicic hau auhen eta nigarrez.
Jaun Dauphinac bortcha eguiñen cioen bere samurtassunari ikhustecotzat bere ume Printceac eta heiei mintçatcecotzat azquen aldicotz; ordean ahalac escaturic, contentatu-içan-cen erakhartceaz hequien Jaun Gobernadorea. Jaun Vauguyon, erran cioen, cargatcen-çaitut ene haurrei errateaz desiratcen-diotedala dohaxutassun eta benediccione suerte guciac: hitz hautan arthiqui-çuen has gorapen min bat, eta erran-çautan: Ah! ecin segui-deçaquet, akhabaçaçu, Jauna, eta erratçu, ene icenean, convenitu garenac. Orduan, hassi-nintcen hula mintçatcen: Jaun Dauphinac gucien gainetic gomendatcen-diote Printce gaztei Jaincoaren beldurra eta erreligionearen amodioa; gomendatcen-diote guehiago probechatceaz ematen-dioçuten educacione onaz; içateaz Erregueren alderat sumissioneric eta errespetucturic handiena; beguiratceaz, bere bici gucian, Madama Dauphinarentçat halaco ama errespectagarri bai çor diotzcoten obedientia, eta fidantia. Vauguyon Duque Jaunac Printcearen escua hartu eta mussu eman cioen bustitcen-çuelaric bere nigarrez, eta erretiratu-içantcen bere dolorearen gaindidura nekhez jassaten-çuela.
Jaun Dauphinac erran-içan-cioen Berdungo Jaun Aphezpicuari, ceiña ohoratcen-baitçuen bere adisquidetassunaz: Othoizten-çaitut praticatceaz çure caritatea hiltcen-hari-den baten fagoretan: naçaçu exhorta ene Coffessoraren solegitcecotzat: Jaun hunec akhabatu-içan çuenean, eriac erran-cioen: Jaun Aphezpicua, ungui mintço-çare, ala ukhigarria eta sarkhorra baitçare! Hartu-cioen guero escua, eta çapatcearequin bere bihotçaren gainean, oraiño, erran cioen: ez bide nauçu-utcico.
Haren bulharrac cargatcen hasi-ciren: ecin eguin ceçaquen thuric; halaric, axeguinequin hartcen-cituen ematen-citçaizcon edariac, çaquielaric eztcirela-baliatuco baicic haren oinhacen guehiago luçaraztecotçat. Demboratic demborara, folxua mirarazten-cioten miricuei, galdez çaucotelaric descanxuric handienean haren azquen momentua hulbiltcen [sic] cenez. Nahi cinduque, Jauna, galdeguin-içan-nioen, Jaincoac labur baletça çure oinhaceac. Ez, ez, ihardexi-çuen berehala, haren borondatea nahi-dut bakharric. Ez naiz behar unhatu sofritceaz gure salbatçailea gatic, berac hanbat sofritu duenaz gueroz guretzat. Sentitcen-tut dolore batçuc bulharretan; baiñan ez da hori deithu behar soffritcea. Cer exxemplu Printce horren baithan! Eritassun luce baten iraupen gucian ez-çaio itçultcen errencuraric ttipiena; cerdiot! Ez du ere ematen khechamenduaren ez eta humorearen gambiamenduzco seinaleric arinean! Bethi ezti! bethi arri [?]! bethi leheneco bera! sollasean, osassunic handienean içan balitz beçala, bethi orobat alleguera.
Aditcerat ematen-cioten alde guciez erressuma ossoa othoitz general eta particular eguiten hari-cela haren sendatcea galdetceco ceruari, hanquizqui ukhitua-cela eracuzten-çuen, erraten çautalaric egun batez: Frogatcentut othoitz heien effetuac, ecen Jaincoac gracia ungui bereciac eguiten-dautzquit, et ene beldur gucia da ez naicela hetaz asqui probetchatcen. Nola gauça bera erraten-baitcioten bere azquen momentotan, ikhusi-içantcen biltcen cituela guelditcen-citzazcon indar ondarrac; eta erraten mobimendu saindu batequin altchaturic escuac eta beguiac cerurat; Ah! ene bihotz guciez othoitzten-dut Jaincoa erressuma hau bethi sustenga-deçan eta eztal bere gracia eta benediccione abondantenez. Maiz erreberritcen-cioen Jaincoari bere biciaren sacrificioa, offriten cioelaric nacione guciarentzat, eta bere gainqui Erregueren eta haren familia ohora-garriarentzat; promes-eman-içan-çuen, baldin asqui dohaxu bacen, mundu huntaric lekhora, ceruan sartceco, othoitz eguinen çuela gu gucientzat, eta bereciqui guehien maite-içan-cituenentzat.
Horrela cihoan, baratche baratche, akhabatcerat erreligioneco sentimendu garbi eta bicienen erdian bici bat hain baliossa eta hain exempluzcoa. Ikhusten-çuten, Jondoni Pauloc dioena, barneco guiçona borthitzten eta handitcen bere perfeccione betherat hel-çadin arterainocoan, campoco guiçon flacatuz, ez deustatcerat cihoan arabera. Guristino handi hunec guehien gogoan çarabillana cen Jaincoac ossoqui puriffica-ceçan soffricarien bidez, hartaz goçatceco çorionaren içatecotat heriotcetic lekhora. Hargatic ciotçan esquerrac osso conserbatcen cioen eçagutçaz, hartaz balia-çadintzat hagoniaco memento guciez: haren behatceac landatuac-çauden gurutceficaren gaiñean, maiz berac hartcen-çuen, eta eramaten ezpainetarat errequeritcen-çuelaric othoi haren azquen hatsa errecibi-ceçan.
Gau erdi mugaxuan, de Luinez daritçan Jaun Cardinaleac eman cion benediccionea, eta heriotce articuluco perdunantçac. Jaun Dauphinac perdunantça horiec khartxuqui desiratu-cituen. Erran-cioen Jaun Cardinaleari: Guertha-çaitequela gaü hartan berean egor cioçon norbait iratçartcerat. Ihardetsi cioen Jaun Cardinaleac etcela haren aldetic apartatuco. Eçagutça handibat çuen Printceac Eliçaco buruçagui hunen eta Jaun Aumonier handiaren aldeticaco artha guciez, ceiñec garaitu içan baitçuten bere dolorearen min gucia exhortaric ukhigarrienac hari eguitecotzat. Printze hunec consolamendu handi bati beçala behatu-cioen oraiño Parisco Jaun Archapezpicua bere eritassunean, aldi differentez, ikhusteari, eta errecibitceari haren benediccionea çeiña errequerimendurequin galdeguin-içan-baitçuen. Sei orenetaco inguruan, Jaun Dauphinac galdu-içan-çuen hitça, eta eztçuen mobimenduric ezpainetan baicen. Erabiltcen-cituen niri compreniarazteco aditcen ninduela. Oren erdi hartan, eçaguçaren seinaleric eztçuen-eman. Hiru garren aldicotzat, nigar eta auhenpean, erran-içan ciren hagoniaco othoitçac; diot hirur garren aldicotz, ecen bezperan eguerditan Jaun Aumonier handiac erran-içan-cituen guelaco gucien aitcinean Jaun Duphinac ihardetsten-çuelaric han ciren guciequin; tricaraci ere cituen moment bat ondoan attencione guehiagorequin segui-cetçantçat.
Printce hau ceinaren bicia merecimenduz eta obra onez bethea baitcen, eztiqui lokhartu cen Jaincoa baithan ortcilarearequin, abendoaren 20ean 1765ean goiceco cortci orenen ingurutan, uzten diozcolaric Frantia guciari berthutezco exempluric handienac, eta dembora berean, erregretaric justuenac.
Bibliografía
Vinson, Julien (1891). Essai d'une Bibliographie de la Langue Basque. Paris. Weill, Georges (1941). El diario. Historia y función de la prensa periódica. México: Uteha. |
Javier Díaz Noci, profesor titular de la UPV/EHU
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