HISTORIA

MATALAZ Y UNA REBELIÓN POPULAR EN XÏBERUA, DURANTE EL SIGLO XVII

Bernard Goyhenetche, apodado Matalaz, nació y vivió en Mithikile (Moncayolle), Xïberua, en el siglo XVII. Allí mismo ejerció como sacerdote de su parroquia, luego de haberse ordenado en el Seminario de Bordeaux.

Casa natal de Matalaz en Mithikile

En 1620, la soberanía de Xïberua sufrió una serie de recortes pasando judicialmente a ser integrada primero a Pau, en el Béarn y luego a Bordeaux. 

La pérdida de los Fueros xüberotarras dio origen a una situación que fue la que motivó la reacción del pueblo de Xïberua. En tan sólo unos años, un rico comerciante bearnes, ex capitán de mosqueteros en la corte de Paris, llamado Arnaud-Jean de Peyré, conde de Iruri o de Tréville, fue comprando todas las tierras comunales y castillos del vizcondado, entre los que se encontraba el de Maule/Mauleon, hasta entonces propiedad de los Belzunce. A tal punto fue ganando poder y control, que con el tiempo llegó a  hacerse propietario de la mayor parte del territorio. Desde su posición elevó los impuestos, se apropió de cosechas y castigó a aquellos que no quisieron seguir sus normas. 

Como dato al margen diremos que  Peyré fue  inmortalizado por Alejandro Dumas como el "Capitán de Tréville", en su novela 'Los tres mosqueteros´. 

Las medidas tomadas, generaron protestas populares, por lo que el rey intentando poner fin a la situación decidió comprar a Peyré sus posesiones. El "detalle" fue que luego traspasó los gastos que le supuso tal acción,  a los propios xïberotarras. Los habitantes del vizcondado fueron por tanto emplazados. mediante el uso de las armas, a pagar una cuenta de 80.000 libras.

El movimiento surgido como respuesta a esta situación fue liderado Bernardo de Goyhenetche,  "Matalaz", quien contaba con el apoyo del Silviet (la Corte de Litxarre en la que estaba representado el Tercer Estado). El pueblo xïberotarra se negó de ese modo a hacer frente al pago. En el mes de junio de 1661  Matalaz creó  una administración paralela y popular que no reconocía a la ejercida por el rey. 

El movimiento pasó a enfrentarse de este modo con la jerarquía católica;  la nobleza local, cuyo representante  más reconocido era el propio conde de Iruri y con la burguesía de Maule. 

Entre los hechos más relevantes se encuentra el asedio que entre 3.000 y 4.000 hombres ejercieron sobre Sohüta (Chéraute) y Maule  y su castillo. 

El movimiento fue creciendo en número de participantes, y cuando estos llegaron a sumar unas 7.000 personas, los señores locales  solicitaron la ayuda urgente de los militares al parlamento de Burdeos, quien envió un ejército integrado por 100 caballeros y 400 soldados bien pertrechados, al mando del capitán mercenario Joseph Calvo.

El 12 de Octubre, los suletinos enfrentaron a los recién llegados y lo hicieron al grito de  "Herria, Herria !" (¡ pueblo, pueblo !). Sin contar casi con armas, fueron derrotados en Sohüta. Se estima que 400 de ellos murieron y otros muchos debieron trasladarse a Nafarroa en busca de refugio.

En un principio, Matalaz pudo escapar, pero en la casa-torre de Garindein, cerca de Urdiñarbe (Ordiarp), fue capturado junto a algunos de sus seguidores. 

El sitio donde fue capturado Matalaz

Fueron luego trasladados al castillo de Maule (Mauleon) donde fueron juzgados y condenados. Otros ocho rebeldes, que no habían sido apresados, fueron condenados unos a pena muerte por los jueces, y  otros a cadena perpetua en galeras. Entre ellos se encontraba un sobrino de Matalaz.

Castillo de Maule

Finalmente, Bernard Goyhenetche, "Matalaz", fue decapitado el 8 de Noviembre de 1661 en la plaza de Litxarre. Su cabeza fue expuesta, a modo de "escarmiento público",  en la puerta del castillo de Maule, hasta que en la Nochevieja de ese año un grupo de sus compañeros  la rescató. 

Lugar donde fue matado Matalaz

Sofocada la acción de Matalaz y sus compañeros, el poder de los nobles se reforzó en Xïberua y fueron desapareciendo sus derechos forales. Sin embargo, el tiempo no logró acabar con el recuerdo de la revuelta de Matalaz y lo que ella entraña para la vida del pueblo vasco, por los valores que defendía. Así es que el recuerdo de su lucha le asigna a Matalaz, el cura de Mithikile, el carácter de héroe justiciero y así vive en la memoria del pueblo de Xïberua . 

El bertsolari y compositor suletino Etxaun Iruri le dedicó una pastoral que lleva precisamente el nombre "Matalaz". En el año 1955 se representó en el pueblo de Eskiula. 

En honor de Matalaz se levantó una cruz blanca, en un cruce de caminos del centro de la capital suletina, en el mismo lugar donde fuera ejecutado. Permaneció allí hasta el año 1966 en que desconocidos la derribaron.

Según nos cuenta la tradición, Matalaz dejó su mensaje a la multitud que contempló su ejecución. El mismo dice: 

"Dolü gabe hiltzen niz,

bizia Xiberoarentako emaiten baitüt.

Agian, agian, egün batez 

jeikiko dira egiazko Xiberotarrak,

egiazko eüskaldünak tirano arrotzen ohiltzeko 

eta gure aiten aitek ützi daikien 

lurraren popüliari erremetitzeko."

Traducida al castellano sería: 

Muero sin pena por dar la vida por Xïberua.

Quizá, quizá, algún día, se alzarán los

verdaderos xïberotarras,

los verdaderos euskaldunes,

para matar a los tiranos extranjeros,

para matar a los tiranos extranjeros.

Existe una versión cantada del mismo texto, interpretada por Benito Lertxundi. Para poder escucharla basta con clickear en el siguiente enlace. 

 

A fin de facilitar la localización de los lugares a los que se hace referencia en la nota, les proponemos ubicarlos en el siguiente mapa de pueblos de Xïberua.