Al término de la primera guerra carlista, en 1839, comenzó la abolición de los Fueros, conjunto de leyes basadas en usos y costumbres ancestrales, que habían regido la convivencia en Euskal Herria desde tiempo inmemorial.
Según los Fueros, los vascos estábamos exentos de acudir a la milicia, al servicio de los reyes españoles. La pérdida de la guerra 1833-1839 supuso la obligación de los jóvenes vascos de acudir a filas. Eran los KINTOS, aquellos jóvenes que habiendo cumplido 18 años estaban obligados de acudir a las cajas de reclutamiento.
Para tratar de paliar en la medida de lo posible la desgracia que suponía el abandono forzado del entorno familiar durante un período de dos años, los jóvenes recorrían todas las calles y caseríos de la zona cantando las coplas de Santa Agueda con la esperanza de recoger a cambio algún dinerillo o algo de comida con el que emprender el largo viaje hacia lo desconocido.
Hoy en día ya no hay servicio militar obligatorio, pero la tradición sigue muy arraigada entre nosotros, y los jóvenes salen a la calle a cantar las coplas en un día alegre que en la práctica supone la presentación en sociedad de los nuevos advenedizos… Hace unos años se incorporaron a la tradición de los KINTOS, no sin unas discusiones serias, las KINTAS.
Los y las que aparecen en las fotos son miembros de uno de los siete grupos en que se han dividido los KINTOS y KINTAS de este año y que nos deleitaron con sus cánticos el pasado 4 de Febrero, víspera del día de Santa Agueda.
Por Koldo Zabalondo
Nuestro corresponsal en Euskal Herria
No hay comentarios:
Publicar un comentario